Microplásticos en los alimentos: lo que necesitas saber

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Los microplásticos, pequeñas partículas de plástico de menos de cinco milímetros, representan una amenaza constante para el medioambiente y la salud humana. Su presencia ha sido detectada en muchos entornos, incluyendo el aire, el agua y los alimentos que ingerimos diariamente. Estos contaminantes invisibles penetran en nuestros cuerpos principalmente a través del consumo de agua y alimentos contaminados, así como por la inhalación de partículas en suspensión en el aire.

Orígenes y rutas de exposición

Los microplásticos se originan en fuentes tanto primarias como secundarias. Las fuentes primarias abarcan productos que contienen microplásticos de forma intencional, como algunos cosméticos y limpiadores. Las fuentes secundarias surgen de la desgastación de artículos plásticos mayores, como botellas, bolsas y fibras sintéticas de la ropa. Actividades diarias, como lavar ropa de materiales sintéticos, liberan microfibras que finalmente llegan a ríos y océanos. Además, el desgaste de neumáticos y el uso de productos de limpieza contribuyen notablemente a la emisión de estas partículas en el entorno.

Los microplásticos se originan tanto de fuentes primarias como secundarias. Las fuentes primarias incluyen productos diseñados con microplásticos, como ciertos cosméticos y limpiadores. Las fuentes secundarias resultan de la degradación de objetos plásticos más grandes, como botellas, bolsas y fibras sintéticas de la ropa. Actividades cotidianas, como lavar prendas de materiales sintéticos, liberan microfibras que eventualmente llegan a ríos y océanos. Además, el desgaste de neumáticos y el uso de productos de limpieza contribuyen significativamente a la liberación de estas partículas en el medio ambiente.

El agua potable, tanto embotellada como de grifo, ha sido identificada como una de las principales vías de exposición humana a los microplásticos. Estudios han encontrado que las concentraciones de estas partículas pueden variar ampliamente, y aunque los sistemas de tratamiento de agua eliminan una parte significativa, no logran erradicarlas por completo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado la necesidad de realizar más investigaciones para comprender plenamente los riesgos que los microplásticos en el agua potable representan para la salud humana.

Impacto en la salud humana

Los posibles efectos sobre la salud incluyen reacciones inflamatorias, alteraciones endocrinas y riesgos cardiovasculares. No obstante, la evidencia actual es limitada y se necesitan investigaciones más detalladas para evaluar la magnitud de estos riesgos. La OMS ha instado a la comunidad científica a intensificar la investigación sobre la presencia de microplásticos en el entorno y sus posibles efectos en la salud humana.

Los posibles efectos en la salud incluyen respuestas inflamatorias, alteraciones endocrinas y riesgos cardiovasculares. Sin embargo, la evidencia actual es limitada y se requieren estudios más detallados para determinar la magnitud de estos riesgos. La OMS ha instado a la comunidad científica a profundizar en la investigación sobre la presencia de microplásticos en el medio ambiente y sus posibles efectos en la salud humana.

Ante la creciente preocupación por la contaminación por microplásticos, han surgido varias iniciativas tecnológicas para reducir su presencia en el medioambiente. Por ejemplo, se están desarrollando sistemas de filtración avanzados para capturar microplásticos en plantas de tratamiento de aguas residuales. Estos sistemas emplean tecnologías como la filtración por membranas y la coagulación-floculación para eliminar eficazmente las partículas plásticas del agua. Además, se están explorando métodos para reducir la liberación de microplásticos desde la fuente, como el diseño de textiles que liberen menos fibras durante el lavado, y la promoción de materiales alternativos biodegradables en la fabricación de productos de consumo.

Ante la creciente preocupación por la contaminación por microplásticos, diversas iniciativas tecnológicas han surgido para mitigar su presencia en el medio ambiente. Por ejemplo, se están desarrollando sistemas de filtración avanzados capaces de capturar microplásticos en plantas de tratamiento de aguas residuales. Estos sistemas utilizan tecnologías como la filtración por membranas y la coagulación-floculación para eliminar eficientemente las partículas plásticas del agua. Además, se están investigando métodos para reducir la liberación de microplásticos desde la fuente, como el diseño de textiles que desprendan menos fibras durante el lavado y la promoción de materiales alternativos biodegradables en la fabricación de productos de consumo.

Responsabilidad individual y colectiva

La lucha contra la contaminación por microplásticos requiere tanto acciones individuales como colectivas. A nivel personal, es fundamental reducir el uso de plásticos de un solo uso, optar por productos con menos empaques plásticos y participar en programas de reciclaje. Además, prácticas como lavar la ropa sintética con menos frecuencia y a temperaturas más bajas pueden disminuir la liberación de microfibras. A nivel comunitario y gubernamental, es esencial implementar políticas que promuevan la gestión adecuada de residuos, incentiven la investigación sobre alternativas al plástico y establezcan regulaciones para limitar la producción y uso de microplásticos en productos comerciales. 

By Jacqueline I. Bradley

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